Terapia Psicológica y Flores de Bach

viernes, 30 de enero de 2015

Duelos

¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso psicológico que se desata ante una situación de pérdida o ausencia de algo(llámese empleo, casa, ciudad, etc.) o alguien (muerte de un familiar, finalización de una situación sentimental, etc.) que usamos para adaptarnos a ella.

El duelo normal dura entre 2 semana e incluso 6 meses, si este supera este tiempo se vuelve un duelo patológico que puede afectar al individuo al grado de llevarlo a una depresión clínica.



Sus etapas

Como todo proceso el duelo tiene varias etapas. Una muestra bastante gráfica y clara sobre las etapas del duelo la da el autor Jorge Bucay en su libro "El Camino de las Lágimas" y el cuál les mostraré a continuación:
  1. La herida se abre. (Incredulidad) Es etapa en la que se presenta ante el shock de la pérdida y dónde la persona no entiende de razones... se niega la perdida que se ha producido y se la cuestiona, por muy anunciada que estuviese.
  2. Se vive el dolor. (Regresión) Pasada la incredulidad caes en cuenta de lo que está pasando y el dolor simplemente te invade.
  3. El sangrado. (Furia) El enojo y la búsqueda del o de los culpables se hace manifiesta.
  4. El coágulo. (Culpa) La culpabilidad ante nuestras reacciones para con los demás o para con la persona que se fue se hace presente. Nos reprochamos lo que "no hicimos"o lo que "pudimos hacer".
  5. La Retracción del coágulo. (Desolación) Esta es la fase de tristeza que muchos a veces confunden con la depresión. Se siente el vacío que el otro dejó, se vive la soledad en su máxima expresión.
  6. La reconstrucción tisular. (Identificación y fecundidad) Como su nombre lo dice, te identificas con las cosas que tenías en común con quien se fué (¡él también tomaba agua!) haciendo incluso una idealización de esta persona que después se hace consciente, al menos la mayoría de las veces. En la fase de fecundidad la persona pasa del dolor sin sentido a la congruencia dándole un significado a su vida e incluso realizando ciertas acciones en nombre de su pérdida.
  7. La Cicatriz. (Aceptación)Después de un tiempo llega la interiorización del otro en uno mismo: algo de él quedo en mí y por eso las cosas que viví y aprendí con él siguen vivas en mí por lo que ya puedo seguir con mi vida.


 No hay nada que suceda en este mundo, por muy negativo que se nos presente, que sea por error. Todas las situaciones siempre nos van a dar una ganancia o un conocimiento, a corto o a largo plazo. Será difícil verlo al inicio, pero es parte de el shock que nos producen los cambios, sin embargo como dije en el post anterior, la decisión de prolongar el dolor en vez de prolongar la sabiduría y por conseuencia el disfrute de la vida es de uno mismo.

Es por eso que la elaboración de un duelo es altamente necesaria pues como el último punto nos mostró, conlleva la aceptación de nuestra realidad, de nuestro presente, que nos permite disfrutar nuestra vida y aprender de ella y de lo que nos rodea.

Si tienes dificultades para aceptar la pérdida de algo, no dudes en buscar ayuda, será crucial para mejorar tu calidad de vida. En lo personal recomiendo buscar respuestas primeramente con un psicólogo para evitar llegar de primera a la toma de medicamentos, que aunque efectivos, no te van a dejar llegar al fondo del problema pues sólo estarás apagando los síntomas que se presentan, llevar a la luz de la consciencia la raíz de estos problemas siempre va a ser la cura definitiva.

jueves, 29 de enero de 2015

NEGACIÓN... EL MAL DEL SIGLO

Hoy en día dicen que el mal del siglo es el estrés y otros más dicen que es la depresión, sin embargo desde mi punto de vista la raíz de los problemas de este siglo es la negación. La negación de lo que somos, de dónde venimos y de lo que merecemos.


 

En mi experiencia en el consultorio, la gran mayoría de mis pacientes han iniciado con la misma frase “no sé qué me pasa, pero…”, (¿sabías que, el PERO siempre anula todo lo que hayas dicho antes de él?) así que por consiguiente mi trabajo es ayudarte a ver aquello a lo que has cerrado tus ojos, lo que estas negando y te ha hecho daño o provoca daños a los demás.

Generalmente las personas tendemos a anular o negar lo que nos incomoda, lo que nos molesta o nos lastima, esto como una forma de defender nuestra mente y nuestra salud mental, por desgracia muchas veces, si no es que la mayoría, solemos desatar una serie de síntomas que terminan haciendo todo lo contrario a lo requerido ya que en realidad no estamos solucionando nada, y la mente en un esfuerzo por cerrar ese círculo, presenta situaciones que nos fuerzan una y otra vez a cerrarlo, al menos de manera representativa. 

Al cerrarnos a estas situaciones sólo las estamos limitando a un nivel de consciencia bajo en el que pueden hacer, literalmente, lo que quieran con nosotros, como diría Carl Jung “Hasta que lo inconsciente se haga consciente el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás destino”.

Al negar  tus problemas niegas tu responsabilidad sobre ellos y permites que te manejen y dicten tu vida, entonces por consecuencia ya no eres dueño de tu vida y muchas veces te pones en manos del mundo, de mamá, de tu pareja, del horóscopo del día, de modas y muchas cosas más, es ah{i donde empiezas a negar lo que te mereces.

Típico y seguro lo has escuchado:
  • Es que no sé porque siempre me tocan puros novios agresivos.
  • Siempre que empiezo un proyecto termina fracasando.
  • No puedo estar quiet@ y “no hacer nada”.
  • No sé porque siempre me siento tan triste y desdichad@.


¿Qué hay detrás?
  • No merezco amor.
  • No merezco el éxito.
  • No merezco descansar.
  • No merezco ser feliz.


Sólo hasta el momento en que decides aceptar que hay algo que te está provocando dolor es que empiezas a elevarlo a la luz consciencia y es posible resolverlo. ¿Es incómodo?, sí, ¿implica trabajo?, sí, ¿puede ser doloroso?, sí; sin embargo haz cuentas, es más trabajo para tu mente estar dándole diariamente opciones de síntomas para que se siga ocultando el problema y finalmente puede durar dos días, un mes, un año pero nunca será más que una vida incómoda.

Todo esto es como una piedra en el zapato. Comenzarás diciendo que algo te molesta, muy en el fondo sabes que es una piedra, es más, hasta es muy posible que sepas cuándo se metió o porqué, sin embargo como caminaste y de repente la dejaste de sentir se te hizo fácil seguir con tu día, pero cualquier movimiento en falso, y ¡pff!, dolor instantáneo, hasta que decides detenerte y sacarla.

La decisión del dolor es sólo tuya, tu decides cuánto dura y cuánto duele, pero de la misma manera tú tienes la decisión de ser feliz… ¿Qué esperas? ¿Seguirás negándotelo?


martes, 27 de enero de 2015

¡Derrotándo a la procrastinación!


Bienvenidos sean todos a este nuevo espacio donde estaré mostrándole a ustedes un poco de los rincones más obscuros de mi mente… ok no, pero si será para un espacio de expresión y muchas veces de catarsis que espero les entretenga un poco, los saque de algunas dudas o al menos pueda mostrarles un poco más del mundo de la salud mental, donde siempre serán bienvenidos tanto sus comentarios como sus aportaciones que harán más enriquecedora esta experiencia.

Primero que nada me gustaría tocar un tema que se presentó de manera persistente a la hora de iniciar con este blog (y blog de todos ustedes), LA PROCRASTINACIÓN, ese enemigo silencioso y por lo mismo también sumamente dañino en todos los aspectos de nuestra vida.

¿Pero, de qué me estás hablando? ¿Qué es la procrastinación? La procrastinación no es más que una forma rimbombante de referirnos a la postergación o al hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

Hay varias formas de procrastinar y al parecer presenté todas y cada una de ellas, Por indecisión, por activación y por evasión. La primera fue porque realmente me cuestionaba que tan preciso era para mí tener un medio de expresión en el que no “descalabrara” a más de 3 por mis comentarios y la verdad viendo lo personales que se vuelven los sitios de redes sociales para con tu forma de pensar y la de tus amigos pues en definitiva me ayudo a determinar que era completamente necesario, lo que me llevó a la segunda forma de procrastinación ya que, en definitiva las palabras y los pensamientos se me desbordaban de la cabeza y sinceramente ya no podía esperar más… sin embargo un fuerte miedo al fracaso me hizo no escribir mi primer entrada y ahí fue cuando empecé a evadir mi tarea.

Este ejemplo tan burdo como el que acabo de mostrarles sólo es con el fin de mostrarles que la procrastinación tiene un trasfondo mucho más profundo que simple flojera, generalmente las personas que lo manifiestan son aquellas que tienen características psicológicas específicas como: Creencias irracionales referentes a un autoconcepto pobre o una visión exagerada de las exigencias del mundo, el perfeccionismo en el que va implícito el miedo al fracaso, problemas de ansiedad, impaciencia, necesidad de aceptación de los demás, entre otros.

El mundo de hoy te quiere distraído y te pone mil y un situaciones que son bastante más atractivas que tus tareas o tus metas, que al final del día implican trabajo, tiempo y dedicación. TV, música, juegos en línea, juegos de video, redes sociales, blog de gente extraña… en fin, esto no sólo te mantiene alejado del conocimiento y disfrute de cosas realmente importantes sino también del conocimiento de ti mismo y de hasta dónde puedes llegar.

Hoy yo vencí a la procrastinación y usé el arma más eficiente contra ella… la acción. Así es, tomé acción al preguntarme el PARA QUE  estaba dándole tantas vueltas al asunto…tomé acción poniéndome a escribir y acomodar toda la maraña que tenía en la cabeza haciendo de ella algo más productivo que estrés y frustración.


Te invito a la acción, porque no hay más tiempo que vida, o al menos, nadie te lo asegura.