Let me take a selfie...!
En una plática totalmente
random con mi esposo empezamos a pensar como es que hemos llegado a tener una
cultura tan carente deficiente de valores... y llegamos a una conclusión
interesante: Capitalismo.
Si. el capitalismo, aquel sistema social del que todos dicen huir y que creen no afecta más que a nuestra economía está empezando a generar muchos cambios internos, y no precisamente para bien.
De entrada me gustaría hacer referencia a lo más básico del ser humano, la preservación de la especie, la cuál a lo largo de la evolución ha sido moldeada ya que nuestros cerebros han sido diseñados para detectar y considerar sexualmente atractivos aquellos estímulos que son indicadores de un mayor potencial reproductor. Universalmente, las mujeres más atractivas son las que exhiben caracteres que indican un alto valor reproductivo. Los hombres aprecian aquellas características físicas que se correlacionan con la juventud (piel tersa, mentón fino, etc.) y con la fertilidad, como una cintura estrecha y unas caderas amplias que son rasgos que están controlados por la proporción entre estrógenos y testosterona. Las mujeres dependen del momento de su ciclo menstrual para determinar qué rasgo le parece atractivo y cuál no. Aunque en general prefieren hombres con rasgos faciales suaves, algo feminizados, en el momento de máxima fertilidad del ciclo menstrual eligen hombres con rasgos faciales y corporales más masculinizados, que implica que este podrá brindarte seguridad y protección a ti y a tu pequeña cría, e incluso que por sus niveles de testosterona es capaz de dártela.
Aunque por default estemos neuronalmente antepuestos a observar este tipo de características hemos empezado a ir al contrario de estas tendencias aparentemente naturales, pues hoy en día nos han vendido ideas contrarias de lo que se debe buscar en una pareja, o incluso que pueden ser felices solos... (¡sí! ¡y ya lo compraste!). ¿porqué tengo la osadía de decirlo?
Pues he notado que hoy en día la
sensación de seguridad no te la da tanto aquel hombre de mandíbulas
pronunciadas o vello facial, sino aquel que te puede mantener... ¿a no? los
estándares comerciales han ido al opuesto de las características masculinizadas
de un hombre, por lo que vemos ya casi como clones hombres peinados estéticos,
caras, pechos, axilas rasuradas... ¡cejas depiladas! (lo siento pero aún no lo
concibo), entre otras cosas buscando afinar sus rasgos, con ropa o accesorios
que demuestre que tienen dinero (incluso los llamados hipsters que compran ropa
de marca desgarrada... like, seriously?), ¿porqué? porque nos han vendido la
imagen de que estos hombres tienen el poder económico para darte la
"seguridad" de vida que deseas, aunque no siempre resulta ser así,
pues se ha ensimismado tanto a los nuevos solteros en cómo verse, vestirse y
darse que definitivamente ya no están preparados emocionalmente para mantener
una relación estable (como aquellos casos de los adultescentes que hablábamos en
entradas pasadas). Es decir, la seguridad, la protección ya te la da la
capacidad adquisitiva y el estatus, por lo que como mujer es parte de lo que se
busca en una primera estancia. Si. el capitalismo, aquel sistema social del que todos dicen huir y que creen no afecta más que a nuestra economía está empezando a generar muchos cambios internos, y no precisamente para bien.
De entrada me gustaría hacer referencia a lo más básico del ser humano, la preservación de la especie, la cuál a lo largo de la evolución ha sido moldeada ya que nuestros cerebros han sido diseñados para detectar y considerar sexualmente atractivos aquellos estímulos que son indicadores de un mayor potencial reproductor. Universalmente, las mujeres más atractivas son las que exhiben caracteres que indican un alto valor reproductivo. Los hombres aprecian aquellas características físicas que se correlacionan con la juventud (piel tersa, mentón fino, etc.) y con la fertilidad, como una cintura estrecha y unas caderas amplias que son rasgos que están controlados por la proporción entre estrógenos y testosterona. Las mujeres dependen del momento de su ciclo menstrual para determinar qué rasgo le parece atractivo y cuál no. Aunque en general prefieren hombres con rasgos faciales suaves, algo feminizados, en el momento de máxima fertilidad del ciclo menstrual eligen hombres con rasgos faciales y corporales más masculinizados, que implica que este podrá brindarte seguridad y protección a ti y a tu pequeña cría, e incluso que por sus niveles de testosterona es capaz de dártela.
Aunque por default estemos neuronalmente antepuestos a observar este tipo de características hemos empezado a ir al contrario de estas tendencias aparentemente naturales, pues hoy en día nos han vendido ideas contrarias de lo que se debe buscar en una pareja, o incluso que pueden ser felices solos... (¡sí! ¡y ya lo compraste!). ¿porqué tengo la osadía de decirlo?
Aunque se supone que el capitalismo se diferenciaba
del feudalismo en que no coloca bajo una exigencia moralista a las
personas y no las obliga a trabajar de forma esclavista, hemos llegado a
un punto en que no hay mucha diferencia pues diariamente veo esclavos de la
moda, de las marcas y del "estatus" que ambos les brindan.
En el caso de la imagen actual de la
mujer, también se aleja de las características deseadas por los cerebros de
hombres, pues nos basamos en la creencia de belleza de unos pocos por lo que a
mi parecer está realmente limitada por estándares ridículos y nos han hecho
creernos que los cuerpos hiperdelgados, marcados y casi sin un gramo de grasa
son los que podrían ayudarnos en nuestra búsqueda de un alma gemela, pero no,
sólo es para encajar en los nuevos estándares de belleza, y en los vestidos de
diseñador que en tallas 0 quedan excelsos... y obviamente son excesivamente
caros... A esto añádanle el COSTO de los gimnasios, las cremas, los
tratamientos milagrosos, las dietas, los productos orgánicos, el agua
embotellada, entre miles de productos que se les venden a ese buen mercado
realmente traumatizado que se ha dado la espalda a él mismo por la "visión
estética" de unos cuántos.
Es bastante increíble esta dualidad que nos
presenta el mercado haciendo odiar nuestro propio cuerpo para poder vendernos
soluciones para arreglarlo, subiendo estándares constantemente para que nunca
sea suficiente, y no sólo eso, además te vende todo tipo de artículos fútiles
adornados de etiquetas que ayuden a llenar tu vacío existencial y que
finalmente no aumentan tu autoestima sino tu ego, que me temo, no son lo mismo
y nos hacen poco empáticos y extremadamente indiferentes a asuntos que no
tengan que ver con nosotros mismos. Tal vez se oiga intenso de mi parte pero no
creo pasarme de la raya. Es aquí donde comenzamos a perder el verdadero valor
de las cosas y de las personas, pues empezamos a perder el de nosotros mismos,
ya no hay amor a uno mismo, por lo tanto no doy lo que no tengo y mucho menos
recibo lo que no me doy.
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